Un análisis realizado por Colliers revela una caída considerable en el mercado de ventas de viviendas nuevas, debido principalmente a las altas tasas de interés y a las mayores restricciones bancarias para acceder a un crédito hipotecario.
Fuente: Revista EMB Construcción
De acuerdo a Reinaldo Gleisner, Vicepresidente de la consultora Colliers, “se estima que este 2022 las ventas cerrarán con un total aproximado de 17.500 viviendas vendidas, lo que implica una caída cercana al 35% respecto al año pasado”.
Respecto de los valores de las viviendas, el ejecutivo señala que los precios nominales van a mostrar un alza de alrededor de 5%, debido a los mayores costos de construcción y financieros.
“Para 2023 vislumbramos un escenario bastante restringido para el mercado de ventas de viviendas, debido a que se espera que la inflación y la tasa de interés se mantengan en niveles similares a los actuales, por lo menos durante el primer semestre de 2023. Además, es poco probable que las condiciones de crédito hipotecario mejoren, dadas las expectativas de empleo en un contexto de recesión”, añadieron desde la consultora.
Según la consultora inmobiliaria el repunte de este mercado durante el segundo semestre de 2023 dependerá en gran medida del avance de la reforma previsional y tributaria, y la tendencia que tome la negociación en el parlamento. “Una tendencia que atenúe el carácter estatista y recaudatorio, es decir, una indicación pro-inversión y pro-ahorro acelerará la recuperación del sector residencial”, detallaron desde Colliers.
Respecto al mercado de arriendos, Colliers pronostica un aumento tanto de los valores como de la demanda: “El mercado de renta residencial continuará fortaleciéndose. Hoy para muchas personas acceder a comprarse una casa propia es imposible, por lo que deben arrendar. Se debiera agudizar paulatinamente la escasez de vivienda, dado a que el mercado estaba absorbiendo cerca de 30.000 departamentos al año y se proyectan 17.500 viviendas. Faltarán 12.500 viviendas anuales de demanda anual por satisfacer”.
“Los precios de la vivienda, que se inicie o haya iniciado post pandemia, deberá reflejar los mayores costos de la construcción y el crecimiento de los costos financieros, en un contexto de menores velocidades de venta por bajas expectativas de las personas y dificultad de obtener créditos hipotecarios”, concluyó el análisis.